Claro está que los gobiernos de Gran Bretaña e Israel están decididos como evidentes expansionistas que son, a violentar la soberanía argentina, en este caso al Norte de la isla Soledad, en la llamada cuenca León Marino a poco más de 200 Km de la costa argentina.
Median autorizaciones ilegales extendidas por el gobierno británico cuando la ONU a través de Resolución N° 31/49 indicó a las partes no modificar de manera unilateral el espacio relacionando ello con explotaciones de recursos naturales en toda la zona marítima circundante a las Islas Malvinas, considerando lo contrario como violación del derecho internacional.
No obstante la empresa integrada por dichos capitales, “Navitas Petrleum” con el 65% de acciones o similares junto a la también británica RockHopper 35% de participación, avanzan en un desarrollo adverso al principio establecido por organizaciones internacionales, en cuando a prohibir la explotación económica en zona con situación controvertida con disputa de soberanía.
Ante esto, lo grave es que el gobierno de Javier Milei soslaya esta situación y deja el campo libre para el avance de este tipo de cuestiones.
El proyecto prevé lograr el máximo de actividad en 2032 para lo que se desarrollará un espacio que incluirá zonas para el personal estimado en 250 trabajadores directos e indirectos, con infraestructura hotelera de 150 camas e incluso viviendas.
A todo esto el informe recuerda la vigencia de la Ley N° 26.659 que prohíbe taxativamente, operar en la plataforma continental argentina con licencias emitidas por el gobierno del Reino Unido.
Mientras avanzan las acciones con los fines referidos, desde el ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, no han respondido consultas sobre el caso y por ende, tampoco ninguna comunicación oficial sobre el nuevo atropello de los gobiernos mencionados, que respaldan a las empresas citadas en un intervención territorial violatoria de los derechos conocidos y normativas vigentes.
