En este caso se trata de Nucleoeléctrica Argentina cuyo 44 % de acciones será puesto a liquidación para el mejor postor, con el fin de recaudar más dólares a riesgo de que sean utilizados para gasto en el mercado cambiario.
La empresa estatal de gran valor estratégico para el estado, genera energía para el sistema eléctrico nacional mediante las 3 centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse de Río Tercero .
La medida economicista suena absurda pero el proceder de Milei/Caputo da cuenta de esa posibilidad. La decisión fue publicada en el Boletín oficial de espaldas al Congreso Nacional.
El acto licitatorio que afecta el patrimonio nacional se apoya en la vigencia de la Ley Bases, aprobada en 2024, y en el decreto N° 695/2025 que lleva las firmas del presidente Javier Milei y del ministro de Economía, Luis Caputo.
No obstante por ahora el 51 % seguirá en poder del Estado Nacional administrado desde la Secretaría de Energía y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). El 6 % restante tendrá por destino la potestad del personal de la compañía según el Programa de Propiedad Participada, en base a la ley de privatizaciones N°23.696.
Interviene en la venta de acciones la Unidad Ejecutora Especial Temporaria, conocida como Agencia de Transformación de Empresas Públicas, que deberá elaborar “un informe circunstanciado con la propuesta concreta vinculada al procedimiento y modalidad más adecuada para hacer efectiva la privatización”.
Previo en el Congreso Nacional varios bloques trabajaban con vistas al 2 de octubre, para declarar al sistema nuclear como “Bien público estratégico no enajenable” pero antes debían lograr el apoyo para la derogación, al menos, del artículo 8 de la Ley de Bases.
La iniciativa sería tratada en la Cámara de Senadores agregándose el tema de los vetos contra la Emergencia en Pediatría (Hospital Garrahan) y respecto del Financiamiento Universitario.
Sobre el tema el senador de Fuerza Patria, Jorge Taiana, advirtió que se trata de un “alineamiento geopolítico en detrimento del interés nacional. La privatización de Nucleoeléctrica, que no es una empresa deficitaria, significa la desactivación del plan nuclear argentino, la paralización del Carem y fuga de cerebros”.