El presidente Javier Milei estuvo días atrás, exponiendo su sabiduría algo compleja para la racionalidad comercial, productiva e inversora. Si se invierte el orden se verá complicado de igual modo. La economía de Argentina está en estado peligroso bajo un régimen administrador que empeora la rigurosidad bancaria a la hora de consultar financiamiento.
De hecho hoy es casi imposible o al menos desaconsejable tomar un crédito, aún en condiciones de hacerlo. Dialogar con los proveedores financieros nunca es simpático pero ahora es de alto riesgo, por los costos y adicionales que sobrecargan el capital.
En las últimas movidas el BCRA dispuso tasas altísimas para retener dinero en las arcas y evitar, dicen, compra de dólares cuyo precio tiende a volar a pesar de los enjuagues del gobierno libertario. Cuando los que manejan el gran capital pierden la confianza o ven la baja de sus negocios, sin mayor miramiento retiran su apoyo y aplican sus propias políticas.
Tema este que fuera abordado por Milei en una exposición ante los poderosos integrantes del llamado “círculo rojo” que si bien aportaron algún aplauso, la reacción fue más política que comercial y menos económica.
En su mensaje Milei explicó que “Tenemos el statu quo, el arca de Noé y el fin del mundo”. Contrario a la política que imponen junto a Luis Caputo y el FMI, el mandatario nacional que no se comporta como tal. Dijo que lo ideal es el “Statu quo” refiriendo para el caso tasas financieras de bajo costo para el tomador.
El otro argumento fue calificado como el “arca de Noé” que permite inferir una sola alternativa de escape o salvataje, pero como supimos, muy limitado para las especies, mientras que la realidad financiera mostraría alza de tasas financieras. En este punto vale preguntarse en el intento de interpretar a Milei, si estamos a punto de enfrentar la escena de un arca para el escape selectivo. Nada atractivo porque refiere una escena de alto riesgo e implosión económica.
Y el tercer caso referido por el presidente, fue el “fin del mundo” al que califica de utópica la valoración de los bienes depreciados y el mercado condicionado con costos descomunales.
Es en esta apreciación que Milei inventa la escena por la que agrega como siempre despreciativo, que “Con los kucas enfrente, no les debería sorprender que la tasa de interés esté en las nubes. Porque el consumo de mañana a nadie le interesa”. En este apartado es cuando más confusa es la versión libertaria, porque son ellos los que hoy imponen altísimas tasas financieras consecuencia de la captación de capitales para enfriar la ebullición de la fuga con toma de dólares.
Según lo que permite interpretar la versión de Milei, o Milei con su versión; existe el riesgo de derrota electoral en septiembre y octubre, con lo que LLA y el gobierno, enfrentarían los próximos dos años de gestión, con una pérdida tremenda de credibilidad y de apoyo; ya no sólo ciudadano, sino de ese círculo rojo al que cada tanto le van a dar explicaciones que cada vez, convencen menos por las falencias de una gestión anárquica y sumamente contradictoria.
