Vialidad Nacional fue sepultada en el sótano del anti Estado, con la orfandad y la malicia usando el decreto 461/2025. Conducta que agrega otra gravedad provocada por las políticas destructivas de quienes se suman a la historia del vaciamiento nacional, el atraso y el perverso centralismo ajeno a las realidades, necesidades y derechos de los pueblos de la Argentina.
Un país sin gobierno a la hora de asegurar recursos para la dignidad imprescindible y merecida de la población. Habitar la tierra implica sacrificios que los burócratas ignoran o no tienen en cuenta, cuando prima el criterio centralista limitado a las avenidas Santa Fe, Paseo Colón, Callao y Belgrano cuanto mucho.
Si no les importa qué ocurre en algunos barrios de la capital; qué podemos esperar para el resto de las provincias. Jurisdicciones comunicadas por esas rutas que en la gestión Milei, fueron abandonadas por prohibición de inversiones para obra pública desde el vaciado Tesoro Nacional. Situación que en el Neuquén fue suplida por la intervención del Estado presente por decisión política innegable respecto del federalismo.
Cada ruta que olvida o soslaya el gobierno nacional auto definido anarco anti Estado; será un factor de señalar cuando el presente sea pasado, en tanto se cuente con un Poder Judicial cuyos integrantes le agreguen a los atributos legales, los personales y sus responsabilidades.
Y si no fuere así, que el pueblo se lo demande con la Constitución al frente, respaldada por verdaderos representantes del pueblo en tanto éste, recapacite y vote de manera constructiva. Ya vieron el resultado de votar en contra sin pensar, y sin analizar seriamente quiénes serán los candidatos.
Habitantes, caminantes, conductores de vehículos y viajeros, sepan que los caminos/rutas deben ser cuidados, repudiando a los que los abandonan irresponsablemente.
No sólo se hace camino al andar sino que es necesario asfaltarlo y cuidarlos pensando en el hoy y en el futuro de las nuevas generaciones.