Sin la auto crítica prometida por Milei, sigue adelante el gobierno con la estrategia inicial, sin cambios y con la idea de profundizar acciones. Si se trata de lo conocido ya sabemos que ocurrió y hacia donde llevan a la sociedad y a la Nación resquebrajada. Tras la derrota electoral el presidente leyó la síntesis inicial que luego contradijo y que ahora, confirman en el modelo arrasador de los derechos.
Abren el diálogo dicen, con los gobernadores que quieran el cambio. ¿Qué cambio si ratificaron lo anterior? Lo único que deben ofrecer son disculpas, reapertura y liberación de partidas presupuestarias retenidas.
Son decisiones curiosas que a la vez despertaron otros intereses en algunos medios de difusión cuyos voceros, hasta piden que elijan a Schiaretti al que consideran futuro sucesor en la línea de mando del Estado si es electo senador.
Allí empieza a verse lo que sospechamos con la estrategia de los gobernadores que dicen abrirse de lo que abrazaron hasta ahora, todos, de la mano de el mismo Schiaretti.
Claro que no deben olvidar que está Villarruel, que extraña al golpismo, que está al margen de Milei y en el cargo devenido de la elección.
Mueven fichas los empresarios y periodistas que respaldaron todo lo actuado por el gobierno libertario absolutamente dependiente del FMI, y de las malas suertes presentes y futuras construidas por Luis Caputo. Voceros disfrazados otra vez de independientes, esperan órdenes. El libreto cambiado así lo demuestra.
Agregaron publicaciones que evidencian la interna con criterio desestabilizador, por el que no haya que ignorar a las autoridades más cercanas del presidente.
Repiten el error de convocar sólo a los que coincidan, sin buscar espacios de diálogo real en pos de los acuerdos imprescindibles para intentar reactivar a la Argentina, sacándola del sarcófago en la que la acomodaron para ponerle también, el famoso último clavo.