La picardía perversa del gobierno nacional se basa en mentiras. Falta de verdad también ante la realidad del ámbito universitario, con grandes necesidades de las que refieren que se han efectuado todos los aportes a los sectores que acreditaban “gastos reales”.
De modo que las grandes movilizaciones en reclamo de mayor presupuesto, de mejores salarios y otras demandas, serían antojadizas y sin respaldo real. El gobierno cuantifica con números acordados en el presupuesto de 2021, ya que de allí en más no hubo más leyes actualizadas para administrar los recursos. Partidas desactualizadas que no tienen equivalencia con esa realidad que niegan desde el oficialismo nacional, y que son motivo de los reclamos salariales y de funcionamiento.
Es la educación superior de un país que fue referencia destacada en el continente, que tiene en su haber nombres y logros de trascendencia internacional. Eso no es valorado por el gobierno nacional pero mantienen un discurso que creyó sólo el 40 % de los votantes. De todos modos, hay otro número similar de personas que opina lo contrario, que no se creyó el relato libertario y no se entrega ante un proceso muy peligroso; para el futuro de la Nación y de su pueblo. Han logrado fortalecer el individualismo que promocionaran durante el gobierno macrista y hoy, escuchamos que votaron a los libertarios pero no saben por qué.
Les lavaron no sólo la memoria sino las ideas, reemplazadas con lemas sin importar su falsedad ideológica. Al individualismo le sumaron el facilismo de no pensar; y entregarse a las promesas sobre un futuro exitoso cuyo proceso lleva casi dos años sin que las mejoras afloren.
La realidad, exhibe multiplicación de deudas que pesarán sobre la vida de todos los argentinos, que posibilita el intervencionismo estadounidense en la economía, y anticipa el intento de la reforma laboral, para una flexibilización deshumanizada en beneficio de sectores concentradores de una economía colmada de incertidumbres.


