El gobierno nacional que encabezan los hermanos Milei ha multiplicado la deuda asumida ante el FMI por la dupla Macri/Caputo. El informe sobre este tema refirió que el Tesoro cuenta apenas con u$s 1.100 millones a través del Banco Central, frente a los compromisos de pagos que hasta enero 2026 sumarían alrededor de los u$s 8.100 millones.
Desproporción innegable que exhibe el abandono de la generación de soluciones ante los problemas generados entre dichas deudas internacionales, la colocalción de bonos para obtener capital financiero y una economía interna descabezada con bajo consumo, menor recaudación impositiva y excesiva continuidad de la timba financiera.
Aspectos sobre los que el ministro Luis Caputo respondiera a través de “X”, a quienes le consultaban, supuestamente de manera espontánea, sin acuerdo previo de hacerlo para no exhibir un modo de publicidad encubierta.
Por ejemplo sobre dichos vencimientos de pagos sin respaldo a la vista por lo comentado, y el escenario de inestabilidad económica financiera , Luis Caputo explicó: “En el equipo económico siempre trabajamos pensando en los escenarios no deseados. Esta no es la excepción. No nos agarra de sorpresa. Hace meses que estamos trabajando en diferentes alternativas. Como siempre, solo anunciaremos algo cuando sepamos que está concretado. Pero demás está decirte que vamos a honrar todas las deudas, como lo hemos venido haciendo desde que asumimos, aún con muchos menos recursos que ahora”.
El honrar el apgo de deudas es una manifestación del deseo o la teoría pero el ministro no explicó cómo cancelarán dichos vencimientos. Incluso hay que advertir que en los espacios del manejo financiero ya se atreven a mencionar un nuevo default como por ejemplo, el que ya experimentó el país durante la gestión de Macri con el mismo ministro, utilizando le término de “reperfilamiento” de deudas. Un conocedor de estas técnicas aclaro que esa acción es la conocida como “patear para adelante los compromisos” en tanto el acreedor así lo acepte.
Claro está que por ahora, en el FMI no tienen otra alternativa que esperar ya que el capital girado a la Argentina es sobradamente mayor al que debieran haber otorgado, a modo de crédito o préstamo. Situación que evidencia los negociados de espaldas a sus propios estatutos o normas del financiamiento, para con países cuyos administradores fracasaron en la gestiones gubernamentales, o buscaron el gran enjuague a sabiendas de la incapacidad de pago; justamente sin honrar sus deudas a diferencia de lo dicho por Luis Caputo antes y ahora. De allí que el Fondo espera que se reordenen y paguen. Algo que Néstor Kirchner ante la deuda gestada en gobeirnos previos. Le dijo al FMI que los muertos no pagan sus deudas y rllo, logró que esperen y así, administrando racionalmente, reunió el capital y le pagó al Fondo con el mensaje de que no vuelvan nunca más a la Argentina.
Lamentablemente Macri luego dijo el mágico “sí se puede” que muchos distraídos repitieron sin comprender lo que significaba, y de ese modo el Fondo volvió a instalarse en la Argentina y condicionar hasta estos días a una sociedad víctima de aquellos procederes y de los del actual gobierno libertario que también tomó más deuda.
En ambas gestiones se priorizaron las artes del afano financiero y se dejó de lado la promoción de la producción y el desarrollo de amplio espectro.
Ante la falta de reservas suficientes que deberían haber acumulado en lugar de decir que no les parecía importante atesorar dólares en tiempos en que pudieron hacerlo, el ministro de Economía comentó que “El Banco Central sólo compra dólares en el piso de la banda. El Tesoro puede comprar en cualquier momento, como de hecho lo hizo. Compramos u$s 3.000 millones algo por debajo de los $1.200. Al precio actual, el Tesoro ya no compra más. Y en el techo de la banda, el Banco Central compra pesos para absorberlos y reducir la volatilidad cambiaria”.
Con estos precios no conviene comprar pareciera considera el ministro, evidenciando otro de los fracasos de gestión, mediando intervenciones encubiertas en el mercado cambiario que lejos de enfriarse, aceptó el desafío y multiplico la compra de divisas estadounidenses, incluso recuperando pesos de los bancos, comprando dólares y como se supo, girándolos a otros países donde tienen más seguridad.
La vieja bicicleta y la fuga tras el lavado permitido, la multiplicación de ganancias y escape sin retorno hasta otra oportunidad que les invite a jugar en la especulación.
No es culpa de los perversos que manejan dichos capitales sino del/los gobiernos que estimulan el hacerlo para exhibir reservas transitorias que de un día para el otro desaparecen por lo comentado.
Veremos que hacen los funcionarios nacionales y que deciden los acreedores, que seguramente esperan un tiempo más para proceder a demandar judicialmente y comenzar la ronda de embargos y similares procederes.