Si el salvataje económico/financiero de Donald Trump para Milei daba para desconfiar de sus sonrisas y falsedades amistosas, agrego el peligro de la perversa ambición demostrada por el mandatario liberal con sus definiciones competitivas, expansionistas, belicistas y financieras.
Una vez más cito a Zelenski obligado por Trump a entregar enormes riquezas del subsuelo ucraniano para pagar una deuda que perdió la calidad de asistencia, para convertirse en una tremenda extorsión, bajo amenaza de otro frente conflictivo. Milei/Caputo se prestaron al juego del dictador de Occidente y a la vez aplicaron la quita de retenciones para venderle a China gran parte de los U$S 7000 millones oxigenantes de la enferma economía.
Provocada por desmanejos inexplicables contra los intereses de nuestro país, favoreciendo a sectores corporativos durante 20 meses.
Los que hoy reclaman por el procedimiento para ellos artero, de suspender y reimplantar retenciones a las exportaciones en un abrir y cerrar de ojos. Los empresarios estadounidenses reclamaron para adentro y para afuera por la pérdida del comprador oriental, gracias a la guerra desatada por Trump con cargos a las importaciones.
No es casual que Bessent, desde el Tesoro de los EEUU, pida las retenciones que no esperarán al 27 de octubre, por reclamos, presión y por el enojo del rubicundo mandatario. Ellos quieren vender la soja. EEUU y Argentina compiten. Los responsables que se hicieron de U$S 7000 millones perdieron U$S 1400 millones, tras negar pesitos a los jubilados, asistencia al sistema universitario y al Hospital Garrahan y su personal.
No se disimulan son perversos, absurdos y peligrosos para quienes quedamos endeudados por el desborde de los negociados, que enredaron a la hermana Karina. Lo de las retenciones fue una medida electoralista, y lo del posible salvataje económico, un nuevo atentado a la soberanía nacional.