El gobierno nacional bajo el mando de Javier Milei, exhibe un desparpajo inaceptable y hasta abusivo del poder concedido no para el mal trato social, económico y financiero.
Conocida fue la decisión libertaria de abandonar obligaciones del Estado afectando provincias, estudiantes y profesores universitarios, o el hospital Garrahan y el agravante abandónico de los pacientes menores de edad.
No hay justificaciones más allá de alguna formalidad pero no es aceptable la restricción del respaldo económico para servicios a la comunidad a la que agobian con altos costos de servicios e impuestos, mientras que degradaron el poder adquisitivo y el derecho al trabajo.
A estas y otras cuestiones que evidencian incapacidades y perversidades gubernamentales, le agregan la disposición de gastar $ 12000 millones para reimprimirle a LLA las boletas por la baja de Espert; complicadísimo con el narcotráfico. Así lo demuestra su renuncia, que pretenden morigerar anteponiendo contra Natura a Santilli en lugar de la mujer que sigue en el orden de la mentada boleta.
Algunos observadores consideran que el “querido colo” como lo llamó ahora Milei soslayando lo mal que lo calificó en otros tiempos, o el “lavador” para otros, no sería la figura más adecuada para contrarrestar el efecto Espert.
A esto se agrega que la otra candidata, Patricia Bullrich, reconoció haber conocido la situación de Espert mucho tiempo antes y sin embargo no lo hizo público. Aunque aclaró ante cámaras que ella le había avisado al presidente sobre el informe reservado del ministerio de seguridad.
Extraña conclusión agregó la funcionaria candidata con antecedentes inconvenientes en el 2001 con De la Rua, Sturzenegger, Larreta o López Murphy; refiriendo que ellos, en su gestión en Seguridad, no revisaron los antecedentes de Espert registrados en 2021. Falsas consideraciones para disimular el ocultamiento o en todo caso, incapacidad para el desempeño de funciones en un área tan delicada con estos y otros antecedentes. Dicho sin olvidar el espionaje ilegal en el gobierno de Macri en el que también fue funcionaria neoliberal.
Conclusiones: para pagarle las boletas a LLA hay plata que no tiene ese destino por ser un tema privadísimo de un partido político. Dinero que debieron aportar a los servicios degradados referidos y no negar la disponibilidad que ahora evidencia otra mentira.
Téngase presente la confesión de parte del ministro del Interior, Lisandro Catalán, reconociendo que el gobierno tienen fondos para pagar $ 12.169.655.000 cuando antes se lo negaron a los jubilados y a los niños enfermos.