Los argentinos y argentinas vivimos un año tortuoso en el que reinaron los abusos desde el poder público y del ámbito empresarial privado, con aumentos desmedidos especulativos; gracias las decisiones de un presidente mentalizado para cambiar todo lo que él consideraba negativo sin medir consecuencias. Partiendo de la premisa sobre que la política y la economía deben estar a favor del beneficio social, resulta incomprensible la cadena de medidas al extremo de llevar a la pobreza a quienes fueran integrantes de la otrora poderos clase media argentina. De hecho los pobres e indigentes multiplicaron sus necesidades insatisfechas. Clase media reconocida en todo el continente, sin perjuicio del racismo imperante en la sede en la que Trump ejercita sus bravuconadas y decisiones desequilibrantes del comercio y la producción internacional.
Coincidencia o consecuencia de las recetas arcaicas que maquillan diciendo que era diferente cuando hablaban del FMI. Algo que con Macri y con Milei, más el mismo Caputo de por medio, quedo sin sustento porque como hay vemos y a futuro sufriremos, el Fondo no cambia sus contenidos y en todo caso, como también lo hicieron, cambian sus autoridades visibles pero nunca el perverso esquema para esquilmar naciones cuyos presidentes optan por pedir más financiamiento del que pueden pagar por congelamiento productivo.
Viva la timba financiera y la importación, y que el sector trabajador bajo condiciones cada vez más deshumanizadas, que se joda. Para qué buscar eufemismos. La actualidad vuelve a mostrarle al mundo que en Argentina la historia se repite en cuanto al agravamiento laboral y social, a partir de medidas que recuerdan o vuelven a informar a los olvidadizos o necios que ejercen la contra a costa de su propia calidad de vida. Incluyo en esto a los grupos etarios que pueden ignorar antecedentes que no siempre se explican y enseñan en los establecimientos educativos, léase tiempos de dictaduras cívico militar. A ese sector hay que informa y enseñar que es lo nocivo de estos procesos de deshumanización económica y castigo a los menos favorecidos por un sistema del que ya dijeron que en Argentina sobraban 12 millones de personas.
Son unos perversos porque siendo gobierno no deberían acorralar en la miseria a millones de personas, sino redoblar esfuerzos para la generación industrial productiva y por ende laboral. En cambio en este tiempo de anarco capitalismo como se dijo proliferaron las especulaciones con grandes beneficios para grandes referentes del gran capital, que por cierto a pesar de las tremendas ganancias no comparten con los trabajadores/as y si optan por despachar ganancias como lo hicieron a sus sedes internacionales, y hoy a la espera de que Milei les libere el acceso al dólar para convertir y fugar.
Sumemos lo que niegan pero hicieron y hacen: devaluación desmedida en el inicio, congelamiento progresivo del dólar a bajo precio interno y vaciamiento de billetes en el mercado nacional. Año largo de sacrificios impuestos para que nada sea mejor para el pueblo argentino. Vale entonces preguntarse ¿para qué carajo (como dice Milei) administraron de este modo”? A todo esto hoy Milei dice que se metan en el culo los productos que no puedan vender por los aumentos. Antes los estimuló so pretexto del absurdo de la libre competencia y hoy, por su futuro electoral quiere frenarlos contrariando varias de sus concepciones que muchos votaron sin pensar en las consecuencias conocidas. Entre otros aspectos de este escenario sin futuro diferente al conocido mediando el carry trade, tras el intento de freno reactivan con la oferta a inversores foráneos para que traigan sus capitales por 6 meses. Los que faltan hasta las elecciones. Sacar conclusiones hoy para comparar en noviembre. Los sueldos siguen la miserable actualización por debajo de la falsa inflación a costa de excluir componentes agravantes de la estadística que exigen desde la casa rosada y el ministerio de economía, en este tiempo pre electoral. Así intentarán un nuevo engaño del que desnudarán sus efectos con el agravante de los vencimientos de pagos al FMI que en 2025 no existen. Un detalle de la maldad y miserabilidad de los integrantes de la comparsa gubernamental que aplauden los estimulados al odio político festejando su propio empobrecimiento; lo constituye el comentario de uno de esos allegados.
Ex asesor presidencial llamado Fausto Spotorno, diciendo que “Si alguien tiene que gastar en alimentos y medicamentos, tal vez le va a dar prioridad a los medicamentos y va a comer menos, ponele, y el vendedor de fideos no venderá”. Casi un año atrás Milei había dicho que los que tengan hambre algo van a hacer para no morir. Así son…