Lejos del mensaje socarrón el ministro de Economía, Luis Caputo, diciendo “comprá no te la pierdas campeón”, enfrenta la suba del precio del dólar al límite máximo de la banda.
Ya no hay argumentos válidos para disimular la pérdida de confianza de parte de inversores o ahorristas que siguen comprando la divisa a pesar del alto precio, ante una economía pauperizada.
Influye también la sospecha de la llamada flexibilización tras las elecciones de octubre, demostrando también que la fallida intentona de contener dicho precio, fracasó y muchos apuestan a que la suba seguirá activa. Asimismo, se interpreta que el alto valor de mercado, a pesar de las intervenciones del gobierno vendiendo divisas que debería atesorar, es la confirmación de que pasadas las elecciones legislativas el gobierno soltará el freno; y el precio del dólar, podría equivaler a otra devaluación importante.
De producirse la estimación podría estallar otro proceso inflacionario influenciado por la variante de la divisa que ya en estos días de septiembre, provoca cambios en listas de precios de productos de consumo masivo. Se llama inflación.
La escena advierte que Argentina debe pagar en lo que resta hasta enero 2026, más de U$S 6000 millones de compleja disponibilidad, para dichas cancelaciones.
La versión agrega que el gobierno buscará la foto del presidente Javier Milei en la gala del Atlantic Council, como demostración de confianza, junto a Kristalina Georgieva (FMI) y al secretario del Tesoro de Estados Unidos (EEUU), Scott Bessent.
Todo indica que una escena más con la gráfica referida, no será suficiente para revertir el estado de situación por lo que Argentina está privada de acceder a financiamientos del orden internacional. Salvo la relación con el FMI, por ahora algo fría ante los incumplimientos de lo comprometido.