Hay demasiadas diferencias de criterios y procederes en el ámbito del gobierno nacional. El caso Espert relacionado con la asistencia económica, de parte de personas comprometidas con el narcotráfico, abrió otra brecha que confunde a diversos funcionarios.
Mientras que el presidente Javier Milei expresó su total apoyo a Luis Espert, candidato a diputado por Buenos Aires; asegurando que los datos de la justicia de Texas, son “chismes de peluquería”. Pero no todo quedó allí sino que la ministra Patricia Bullrich, que acaricia sus anhelos permanentes de trepar en la estructura política, advirtió que no es aceptable una persona comprometida como Espert.
Necesitamos saber cuál fue la explicación ante la justicia. Si “combatimos el narco no podemos tener una persona comprometida con eso”. Hay que aclarar ya la situación. Bullrich entiende que no debe estar en el gobierno ni ser candidato por LLA.
La situación política no es la mejor para el gobierno. De allí que le piden a Macri que refresque el diálogo con el presidente, por eso el secretario del Tesoro de los EEUU emitió varios mensajes con la promesa de un salvataje sujeto al resultado electoral de octubre.
Por eso para calmar la escena; habrá reunión bilateral Trump/Milei, aunque tratarían sólo la cuestión arancelaria. Volvieron a frenar algunas ventas de dólares pero nada cambia. La divisa vuelve a aumentar por mayor demanda, y la brecha cambiaria advierte por una devaluación; en simultáneo con el riesgo país también revivido. Los tenedores de títulos públicos comienzan a venderlos por la desconfianza ante la crisis financiera.
Al final los auto definidos libertarios terminan prohibiendo, por desesperación e incapacidad ante un mercado al que le huele feo la pérdida de los papeles del Estado, exhibiendo que la corrida no se frenó. Para peor generaron el enjuague de las retenciones por 3 días y no lograron tomar los U$S 7000 millones liquidados que debieron atesorar para reservas.
