El presidente Javier Milei en campaña electoral, con vistas al 26 de octubre, estuvo en Santiago de Estero, mostrándose casualmente frente a la sede del banco que operó, junto a otros internacionales, por orden de Trump/Bessent, en representación del Tesoro de los EEUU interviniendo en el mercado de divisas. La operatoria compensa la iliquidez de dólares a la que llegó la gestión Milei/Caputo.
En un tramo de su alocución destacó contenidos claramente colmados de falsedad ideológica al referir que “Estamos transformando al país, dejando atrás décadas de decadencia y construyendo una Argentina basada en el mérito, el trabajo y la libertad. Cada provincia tiene un rol clave en este proceso”.
No han construido ni reconstruido nada. Sólo reactivaron los negociados mediante la timba financiera, el libertinaje de precios, la degradación de la soberanía y la clara destrucción del sector productivo, sepultando igual que Macri, a miles de PYMES.
Trabajo en la presente gestión de gobierno no es sinónimo de oferta, sino de pauperización que pretenden aumentar, con la advertida reforma laboral; basados en la adenda que impuso Macri en sectores laborales de los que los dirigentes se arrepintieron de apoyar.
Así lo demostraron las declaraciones del extinto e histórico dirigente sindical Guillermo Pereyra; en el ámbito de explotación hidrocarburífera.
La libertad es un selló descolorido con diversos ejemplos de periodistas agredidos en las jornadas de violencia estatal impulsadas por Patricia Bullrich; contra los jubilados y adeptos que los respaldan en sus justos reclamos.
Además ahora menciona a las provincias en un burdo intento de cumplir la orden de geogiva de lograr mejorar las relaciones destruidas con los gobernadores, claramente condicionados por las políticas restrictivas incumpliendo obligaciones constitucionales del Estado nacional y de los provinciales.


