Al perder la figura política femenina más encumbrada en el gobierno, por la postura de Victoria Villarruel tejiendo para su beneficio y simulando perfiles populares; Milei busca reemplazar la foto y convoca a Patricia Bullrich que al parecer, alegre, comparte la jugada. Invitada a desayunar en la quinta de Olivos, el encuentro dio para sospechar una eventual movida política y al parecer pre electoral. Por lo pronto la funcionaria de gran capacidad para adecuarse a cualquier bandera, aseguró que “Son tantos y tan profundos los cambios, que ningún embate podrá frenarlos.
Con Javier defendemos ese rumbo frente a los de siempre, que quieren romper todo con tal de volver al poder. Nuestra respuesta para los argentinos de bien: más transformaciones, más libertad, más prosperidad”.
Claramente repite la ofensa de hablar de gente de bien, refiriendo a los adeptos de la violencia, que comparten expresiones y acciones amenazantes, ofensivas y desafiantes, a riesgo del pensamiento extremo. ¿Qué creen que son, arios en la segunda guerra cocinando personas?
Deberían recordar a Serrat citando aquello de jugar con cosas que no tienen repuesto, observando que pueden integrar el sector con los que muchos tenemos algo personal.