Se consolida la variante interpretativa del voto calificado estructural por la desaprensión de parte de la ciudadanía.
Cae la concurrencia de votantes por decepción acumulada ante las políticas públicas negativas para el interés y las necesidades del común denominador.
En lugar de optar por corrientes de pensamiento más solidarias ante la fragmentación, el paso seguido fue no concurrir a votar y los que no fueron, siguen siendo predominantes frente a los partidos de corte popular de los que queda muy poco en estado integrado.
El peronismo en la CABA, salvo excepciones; no tiene raíces y por ende tampoco gran factibilidad de triunfo electoral. Si bien se trata de un tiempo de elecciones legislativas, hay que analizar tas cada acto, las razones y efectos en las urnas.
Tampoco lo tuvo el oficialismo nacional libertario que ganó por escasos 2 puntos al peronismo, y menos aún el neoliberal local.
Los sectores menos considerados por el modelo individualista no han tenido ni tienen respuestas y de allí que son reticentes al derecho al voto. Resultado peligroso y oportuno para el avance de los anti democráticos que en casos, representan a los genocidas presos, aunque algunos fugados o protegidos; responsables de delitos de lesa humanidad.
