Y de pronto se conoció la advertencia desde los EEUU indicando que había que poner fin a los beneficios a la exportación de granos y carnes, ante la necesidad del gobierno de recaudar dólares, con destino a las reservas y para futuros pagos de vencimientos.
Pero no quedó allí la sugerencia con la que reiteraban el modelo interventor de Donald Trump, a cambio de la asistencia financiera que le daría oxígeno al gobierno nacional si gana las elecciones. También sumaría más deuda impagable.
Luego, la sorpresiva información de la ARCA sobre que “Se ha alcanzado la registración del cupo de siete U$S 7 millones previsto por el decreto 682/2025, por lo que se ha dado de baja la opción de registración de las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) que se encuentren amparadas por el beneficio del citado decreto.
A partir de ahora, solo podrán registrarse DJVE bajo el esquema vigente anterior al decreto 682/2025”. Gran negocio para exportadores y grandes productores que intervienen, aunque algunos lo niegan, en la gestión comercial con beneficios cancelados. Así quedaron afuera medianos y pequeños productores que suman bronca.
Desde el gobierno hacían silencio sobre estas órdenes del secretario del Tesoro de los EEUU, y festejaban las que por ahora son promesas. Falta que Milei y candidatos LLA ganen las lecciones. Eso lo dijeron los salvadores transitorios del desastre administrador, colaboradores confesos de campaña, Georgieva y Trump, intentando que Milei gane las elecciones legislativas.
En el medio, un costo impagable agregado con igual irresponsabilidad con la que actuó Macri, casualmente con el mismo Caputo de hoy. Reitero ya que estamos a tiempo, recordar el precio que paga Zelenski por aceptar la asistencia económica y armamentista de Trump, que se queda con la enorme riqueza que extraerán de las tierras lejanas en Ucrania.
