La Argentina tiene historia y en ella, lo político es determinante como en cualquier otra historia. Y también lo es el estado de situación económico/financiero y tras ello, la interpretación del escenario cuando el JP Morgan indica que el riesgo país cercano a los 1100 puntos. Lo curioso es que ahora en lugar de sugerir retener inversiones como lo hizo semanas atrás con menos riesgo, plantea lo contrario y alega que no es erróneo hacerlo.
Con menos riesgo dijo que no lo hicieran y ahora lo aconsejan. La escena es de nuevo contradictoria y a eso, se suma el ministro de Economía, Luis Caputo, vociferando que es “esto o el comunismo” citando la realidad provocada y la posible derrota electoral de octubre y en 2027.
Es otro modelo de tren fantasma cuyos pasajeros toman decisiones extremas y conclusiones ajenas a la realidad. No está claro si son incapaces de ser fieles a la Patria de la que se cuelgan, en discursos sobre cargados de falsedad ideológica; o si trabajan asociados bajo cuerda, con otros destructores del país.
La difusión desde el JP Morgan y el previo apoyo del FMI a la campaña electoral libertaria fracasada, permiten inferir que apoyarán también políticamente a Milei, si decide enfrentar al Congreso Nacional, en el intento de imponer un modelo de gobierno anti constitucional.
No será de extrañar y con ello la historia demuestra que desde los sectores de gran poder político y económico, apoyaron golpes de Estado. Lo hicieron contra gobiernos electos que generalmente no coincidían con la dominación económica, para servirse de los bienes de nuestro país,
Hoy el método es diferente, no habría golpe de Estado pero sí financiamiento para cuanta campaña electoral haga falta, y no perder el negociado de los endeudamientos. Detrás de estos entes financieros está Trump, el expansionista, con el poder y la influencia del mayor deudor que se llama Estados Unidos de Norteamérica.