Tras arduo proceso para las sanciones legislativas, con reiterados vetos del poder Ejecutivo y rechazo mayoritario en el Congreso Nacional, al absolutismo neoliberal encarnado por Milei, en este caso, fueron promulgadas las leyes sobre el financiamiento universitario y la emergencia pediátrica.
La paradoja es que el gobierno nacional cumple con dicho paso pero luego se niega a ejecutar estas y otras normas legales, aduciendo que desde el poder legislativo, deben establecer el origen de las partidas presupuestaria. Argumento falaz ante la inexistencia de un presupuesto que el mismo Ejecutivo evitó que se sancionara reiteradamente, y así, disponer de manera indiscriminada de miles y miles de millones de pesos. Política impuesta desde la Casa Rosada administrando de manera anti constitucional todas las partidas sin explicaciones y con absoluta discrecionalidad.
Miles de millones de dólares despilfarrados frente a las necesidades legalmente establecidas que el presidente ordena ignorar sin importarle las consecuencias sociales del ámbito universitario y de la salud.
Despilfarraron enormes capitales de altísimo costo, devenido de los créditos tomados a espaldas del Congreso Nacional; al que le exigen la formalidad contable que desde el Poder Ejecutivo violaron impune e irresponsablemente.
Mientras tanto el vocero Adorni para justificar diversas negativas alega que “la Argentina atraviesa un momento complicado, pero está lejos de una situación terminal”. Versión que Trump expresó de manera diferenciada al advertir que Argentina “lucha por su vida”.
El vocero asegura que Milei “heredó un desorden enorme”, que “aún falta mucho por recorrer”, olvidando que el ministro de Economía de Macri reconoció el bajo endeudamiento que dejó el gobierno peronista.
Ahora Adorni repitiendo a Caputo y a Milei dice que evitaron “un colapso financiero” y que “no se puede gastar lo que no se tiene”. Dos argumentos falaces que no responden a la realidad de ese colapso al que llevaron a la Argentina, tras endeudamientos que superan los U$S 100000 millones promovidos por Macri y Milei, con el mismo ministro de Economía Caputo que sigue socarronamente sonriendo cuando le piden explicaciones que nunca responde fielmente a lo provocado.
Hasta el mismo Trump los dejó sin respaldo contrariando las mentiras sostenidas mientras en connivencia con el FMI, endeudaron al pueblo argentino por cifras que nunca podrán cancelar, y así asegurar el dominio eterno de un país riquísimo esquilmado y sentenciado a un futuro de agravamiento económico, productivo y social.
Aún así, en busca de renovados negocios anti soberanos, Trump confesó el apoyo a Milei para intentar ganar las elecciones inmerecidas del 26 de octubre, repitiendo la estrategia confesada de Lagarde a favor de Macri, con el resultado de fracaso comprobado. Tal vez la de hoy, sea una versión repetida cuyo desenlace puede ser el mismo, de la derrota de la anterior versión neoliberal en Argentina.
Lo lamentable es la catástrofe provocada nuevamente, que quedará como verdadera herencia destructiva de una Nación que debería reflejar el desarrollo que reiteradamente, destruyó el golpismo y el neoliberalismo en cada intervención gubernamental.
