En diversas oportunidades los poderosos empresarios de la agroganadería, del comercio y de la industria, desde sus respectivas cámaras; respaldaron con sonoros aplausos y declaraciones los discursos sin más sustento que el desenfadado énfasis exitista del presidente. Hasta aceptaron curiosamente sus cambios de rumbo y expresiones agresivas, ofensivas y críticas incluso en su contra.
¿Cuál habrá sido la razón para la manifiesta coincidencia? ¿Se habrán beneficiado excesivamente con la disimulada bicicleta financiera bajo el mote de “carry trade”? Lo concreto es que de pronto los sellos internacionales rectores de cuestiones económicas en el Mundo, tales como Morgan Stanley Capital International, JP Morgan, “Moody’s y alguna otra entidad del palo, encendieron alarmas y más aún, indicaron directa o indirectamente, que la cuestión financiera en Argentina demandaba liquidar activos financieros en pesos y retomar el dólar; Incluso, dar “marcha atrás” o tomarse el bondi a otros lares.
Se sumaron los empresarios del círculo rojo, hoy al rojo vivo; que manejan la economía nacional con el comercio y otros canales. No es raro que estén diciendo que “No sabemos qué reglas regirán mañana, y eso frena cualquier proyecto de inversión”. Gran diferencia de postura pública generada por la magia de sus capitales que nunca pierden.
Apoyaron la locura con más endeudamiento tras el abuso de Macri, Lagarde y el FMI; con el mismo ministro muy relacionado con centros financieros que velan por la soberanía, la producción ni por la generación de riqueza para el Estado; y sí para sus arcas multiplicando ganancias frente a la desocupación, la pobreza, el hambre, el descuido social y los atropellos gubernamentales.
Proceso que advierte el pasado sobre la “fuga” de los dólares sin el límite que debieron sostener desde el gobierno, en lugar de borrarlo. Ahora no confían y hablan de la producción tras aprovechar la timba y las importaciones sin riesgo.