Mucho se habla del federalismo, la historia, la conformación de la Nación a partir de los orígenes provinciales pero a la hora de los derechos, impuestos jurisdiccionales o las potestades sobre los recursos naturales renovables y no renovables, el centralismo interviene.
No son federalistas, concentran más y más la riqueza, a costa de las provincias. Hay grandes empresarios que producen en las provincias, pero radican su domicilio en la Capital Federal, y tributan en función de ese domicilio con números cuyo origen no se controla.
Dicho porque el gobierno nacional quiere controlar ingresos provinciales pisoteando el federalismo y lo que significa; presionando para que se reduzca la parte del IVA que recibirán las provincias.
Casta pro celestial intervencionista, disfrazados de liberales convertidos a neolibertarios, que se desempeñan peor de lo que que querían cambiar. Prometieron erradicar la casta especulativa y se comportan peor que los que se han servido del voto popular, para engañar a la ciudadanía. Lo repiten y lo multiplican pero lo niegan distrayendo a la opinión pública, con promesas anti inflacionarias y disponibilidad de divisas como hicieron Cavallo, Sturzenegger, Macri/Caputo, con dólares de deuda impagable.
Objetan impuestos provinciales pero nos atosigan con las medidas nacionales inconsultas, anti estatales, beneficio a sectores específicos, restringiendo obra pública, poder adquisitivo, destruyendo el mercado y provocando la baja de la producción por la falta de consumo.
Aumentan importaciones cuando deben cuidar el dólar con el que nos vuelven a endeudar, cocinando en una olla a presión que puede estallar con graves consecuencias.
Condicionan por los impuestos provinciales que exigen reducir pero no hablan de los propios que mantienen inalterables como el IVA.
Una vez más que el esfuerzo lo hagan los pueblos provinciales para forzar baja inflación, favorecer a grandes capitales y explotar a los trabajadores.
