Sobre el fin de año 2024, repitiendo el abuso especulativo, aumentó la carne, decían, por la oportunidad de mayor consumo, las fiestas y algún otro pretexto. Muchos años atrás, dijeron varias veces que el stock del ganado vacuno se había reducido y por ello el precio también subía.
En este cuatrimestre de 2025 los aumentos fueron no menos de tres y en este tiempo volaron los precios según informes del sector, en alrededor de un 35 o 36 %. Un golpe tremendo que vuelven a pretender justificar con que hay menos stock ganadero por la sequía, porque vendieron más animales y de pronto, dejaron de hacerlo para llegar a este nuevo aumento que lleva el precio de la carnaza, corte de calidad inferior a un precio de alrededor de los $ 10.000. De allí en más los valores de las pulpas más amigables con el paladar treparon con precios de entre $17000 y $20000 que motivarán menos consumo y menos venta aún de dicho alimento.
Es el efecto del proceso libertario que desde el gobierno nacional estimularon al insensible mercado cuyos dominantes buscan el enriquecimiento sin medir consecuencias. Vale agregar que este nuevo y costos aumento es producto de la llamada previsibilidad ante un dólar que puede en cualquier momento llegar a los $ 1400 frente al pretendido actual de $1100, dejando a la vista el motivo del incremento de más de un 30 %. Ya en otros productos por fuera de las cadenas de supermercados habían tenido aumentos porcentuales similares.
Por respaldo para la reposición o la habitual especulación, los precios vuelven a atarse a un dólar imaginario y como dijera un importante empresario, aumentamos por las dudas y listo.
Esperemos que ahora el modelito no lo apliquen también las carnes de cerdo y pollo. Se agrega que los datos ilustrativos en cuanto a incrementos porcentuales, deviene de la info provista por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), que desde hace un mes está anunciando estos valores.