Se cumplió 1 año de abusos económicos y financieros improductivos con el fin de los poderes especiales otorgados al presidente Milei y por ende a Caputo y Sturzenegger. Tiempo de absolutismo decretado, sin la urgencia alegada para coincidir con la “Ley Bases”, en gran parte considerada anti constitucional por destacados actores del Derecho.
El pretexto fue la gobernabilidad que en realidad la garantiza la Constitución Nacional sin hacer falta la imprudencia, la violencia, las amenazas y las permanentes ofensas e insultos y el abuso de las facultades delegadas. Negación de la Justicia Social en boca del presidente, que es la herramienta de vida digna con un Estado presente, rector e integrador multisectorial para el desarrollo productivo con inversiones y sin bicicleta financiera ahora llamado “carry trade”.
Hasta en Alemania han advertido por los efectos de la suspensión de asistencia a enfermos de cáncer; de los que murieron ya 60, con la horrorosa suspensión de entrega de medicamentos a pacientes oncológicos.
Entre violencias y denuncias persecutorias, el gobierno se endeuda de manera sistemática y periódica por el desequilibrio generado. Renuevan vencimientos con más deuda sin los inversores prometidos. Deuda estimada en $12 billones tras un año en el que congelaron o destruyeron instituciones estatales como vimos con Martínez de Hoz y en todos los gobiernos neoliberales que violentaron la economía y la vida, con la arcaica receta del FMI que no cambió con Macri ni ahora con Milei/Caputo.
Siguen con la destrucción del Estado, favoreciendo al gran poder económico con políticas anti nacionales deshumanizadas. Tras un año de los reiterados DNU; hasta los gobernadores han llegado a un acuerdo para exigir el cambio del manejo económico, que ha paralizado el desarrollo de infraestructuras en todo el país. Al menos lo han hecho notar de manera integrada para evitar que nos “devoren los de afuera”.
