Neuquén Patagonia - República Argentina
Fecha de inicio 28 de abril de 2006

Buscando el apoyo político

Se desarrolló una nueva reunión encabezada por el anunciado ministro del Interior, sin cargo por ahora, Diego Santilli, con gobernadores amigos o allegados que en definitiva reiteraron lo dicho hace casi dos años, respecto de apoyar “la gobernabilidad”.

Vale aclarar que dicha gobernabilidad la debe garantizar el gobierno nacional para todos los sectores de la sociedad argentina, rescatando la organización provincial y por ende municipal.

En este caso participaron cada uno a su turno, los gobernadores Martín Llaryora y Marcelo Orrego, de Córdoba y San Juan respectivamente como así también el jefe de Gabinete, Manuel Adorni. La reunión tuvo como ejes centrales la búsqueda de apoyo para los proyectos de Presupuesto 2026 y de las reformas laboral, fiscal y del Código Penal.

El pasado viernes los funcionarios nacionales se reunieron con agenda similar con los gobernadores Ignacio Torres y Raúl Jalil de Chubut y Catamarca.

El gobernador sanjuanino dijo que “La gobernabilidad está garantizada por parte de San Juan para con el Gobierno nacional Cada vez estoy más convencido de que el mejor aliado de un presidente son los gobernadores, porque tienen la misma responsabilidad administrativa, que, en definitiva, es administrar prioridades, es resolver los problemas que la gente sola no puede resolver”.

Posteriormente fue el turno de Martín Llaryora que tras el encuentro refirió que “En Argentina se puede hacer una modernización del trabajo y la podemos hacer sentando inclusive a los sectores pymes y del sindicalismo también. Hay millones de argentinos trabajando en comercios chiquitos, que están en la informalidad. Vamos a hacer un Presupuesto creyendo en lo que le Presidente dijo: crecimiento del 6% e inflación del 10%”.

Hay dos aspectos que ameritan alguna reflexión como que la informalidad laboral fue y es culpa y responsabilidad de los empleadores, afectando derechos de trabajadores y trabajadoras.

Por otra parte resulta inadecuado que el gobernador diga que cree en la palabra del Presidente respecto de “un crecimiento del 6% e inflación del 10%”. No se trata de credibilidad sino de contar con elementos de prueba contundentes para semejante afirmación, que depende de condiciones externas e internas que hasta ahora el gobierno nacional no logró controlar y menos superar los escollos económicos y financieros provocados por su propia gestión, con más el condicionamiento de la deuda contraída por Macri.

La realidad existente en Argentina es producto de los rumbos erráticos de un gobierno enmarañado con deudas, y su multiplicación en el ámbito extra nacional, hasta terminar en un hecho alarmante como lo es formalizar la dependencia del gobierno de los EEUU.

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