Se inicia la gestión del nuevo ministro del Interior para mantener un diálogo permanente con los gobernadores. Claro que para que el modelo dialoguista funcione, el equipo de gobierno, al que Milei pidió trabajar entre todos y con todos, debe abrir sus mentes y evitar exclusiones.
No es aceptable que porque haya gobernadores que tengan diferencias con el presidente, queden fuera de ese diálogo nuevamente prometido. No obstante el ahora pelado Diego Santilli (para recordar a Espert “narc”), futuro ministro que por ahora es diputado nacional, aclaró que hablará con todos en tanto respeten el llamado déficit cero que sostiene Milei.
Es extraño que hablen de esa condición cuando Argentina fue y es endeudada con cifras impagables por Macri/Caputo y ahora por Milei/Caputo. Están manteniendo sus números a costa de deudas diversas y con una serie de restricciones deshumanizadas. Sacrificios que les imponen a los menos pudientes en lugar de buscar recursos en las arcas de los que siempre piden menos impuestos y se negaron al aporte por la riqueza acumulada.
Los que más tienen exigen más beneficios sin considerar las grandes necesidades, que padecen hasta la mayoría de los trabajadores registrados. Dos años de gestión, ajustes abusivos y los precios móviles de servicios y consumo; en manos de empresarios respaldados por el gobierno con aumentos reiterados.
Los sueldos en todo el país son corroídos por un proceso inflacionario, maquillado con argucias estadísticas para que los números e usen como propaganda oficial. La realidad es que la plata no alcanza en grandes sectores de la sociedad.
Se suman las reformas en danza con más sacrificio laboral y económico, para aumentar las reservas resistidas por Milei/Caputo; para tranquilidad de los acreedores externos, gastando dinero restado a las universidades, jubilados y al hospital Garrahan.
