Las calles de las favelas “Penha,” y “Alemão” se han convertido en un escenario fatal tras el operativo ordenado por el gobierno neoliberal de Río de Janeiro, que encabeza Claudio Castro; alegando una acción contra narcotraficantes pertenecientes a la organización “Comando Vermelho”.
Las acciones según observadores y vecinos de los fallecidos son consideradas en casos exageradas, y reclaman investigaciones para evaluar el proceder de las policías que fueron acusados de un proceder poco profesional. Otras versiones advierten lo que consideran asesinatos contra personas no vinculadas a las acciones ilegales del narcotráfico, y también atribuyendo la violencia a una especie de competencia política de poder entre las filas derechistas del gobernador y del ex presidente Bolsonaro.
Ante este escenario trágico y de gravedad letal innegable, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva que se consdieró “horrorizado” e inlcuso “sorprendido”, llamó a una urgente reunión de sus funcionarios con los del gobierno de Río de Janeiro, advirtiendo el desacuerdo por el modo violento descontrolado aplicado en el operativo policial “Contención” que movilizó a unos 2500 efectivos. Hay diversas versiones sobre la cantidad de muertos que refieren cifras de hasta 130 cadáveres y numerosos heridos.
Desde el gobierno nacional del Brasil aclaró que “No hubo cualquier consulta o pedido de apoyo por parte del gobierno estadual de Río de Janeiro”.


