El ejemplo más dramático a pesar de lo visto y vivido con otros neoliberales, de la incapacidad física en lo económico, financiero y político, entregando el destino al dios mercado.
No es culpa de Trump sino de Milei permitiendo el avance invasivo hasta el seno de la soberanía financiera, buscando una brecha económica para los inversores, con posicionamiento político para las decisiones futuras según le vaya al gobierno el 25 de octubre.
Antes vimos la adhesión y coqueteo indignante del presidente Milei con el desequilibrado intervencionista de tierras ajenas, incluyendo guerras para la dominación en nombre de la paz del infierno.
Ya no son golpes de Estado de los anti argentinos, ni el uso de las elecciones para parecer lo que no fueron ni son. Ahora, la rendición ante los EEUU expansionistas, belicistas y ultra economicistas deshumanizados, del poder de decisión soberana, con entrega a los capitanes de Wall Street.
Donde intervienen los EEUU llegan los empresarios de ese país con sus acciones esclavizantes, reduccionistas de las ganancias del Estado y explotación de todos los recursos de la nación entregada. Argentina los atrae por el negocio financiero, por el gas, el petróleo y las llamadas “tierras raras” por los minerales.
Ellos tributan a su Estado y con esta avanzada también lo haremos en desmedro de nuestra soberanía, la economía y varios flagelos más. Milei ya anunció avanzar con la reforma laboral, y si el Congreso lo permite, sufriremos dramas con mayor pobreza y pérdida de derechos. Lo intentó Macri con el FMI y la adenda laboral que luego sufrieron los festejantes.
Impondrán intereses financieros desde el Estado proteccionista con sede en Washington contra el Estado argentino. Será un simulacro de gobierno administrado por su deuda, presupuestos acotados y desaparición de la soberanía en manos foráneas. Hay que votar en contra de esto para al menos, no matar la civilidad.