En su presentación en la web la Fundación Faro destaca la finalidad de “formar cuadros políticos, referentes culturales y liderazgos en las distintas esferas de la sociedad para promover el crecimiento y desarrollo de las ideas de la libertad”. Organización que se la identifica como creadora del consejo de la libertad que anunciara tiempo atrás por el presidente Milei; y será regenteado por un representante del ministro de Economía Luis Caputo.
Entre otros aspectos se anunció que los integrantes que actuarán en cada provincia, “auditarán” el estado de situación, constituyendo un intento de intervención violatoria de las autonomías. Supuesta gestión que en definitiva recuerda a la época colonial. Estos enviados integrantes del referido consejo tienen un fin político condicionante, en tanto lo acepten los gobernadores.
Hecho que considero dificultoso de aceptar por violatorio de la máxima autoridad provincial. No es necesario que el gobierno central envíe sus referentes a meter las narices en los gobiernos provinciales, y en todo caso, si al presidente realmente le interesa algún modelo que lo pida, pero de ninguna manera que mande interventores maquillados de gentil hombres.
Vale recordar que la Fundación Faro persigue “formar cuadros políticos”, entre otras cuestiones, y ello, claramente define la estrategia que tiende a controlar todo el país por sobre los gobiernos electos.
Además la movida permite inferir que existe una invasión velada, para trabajar con vistas a las futuras elecciones provinciales. El tema amerita un firme rechazo ratificando el precepto federalista que quieren utilizar desde el gobierno nacional, ahora y no antes, simulando un cambio que definitivamente no es ideológico sino solamente oportunista, y más centralista que nunca por la figura de los virreyes.