Sin incremento económico no habrá mejor calidad de vida. .Sin duda la inflación produjo problemas en todo el proceso productivo hasta el consumo generando inestabilidad por la que finalmente; quienes manejan el mercado sobrecargaron el comercio con aumentos desmedidos, hasta que ellos mismos, comprendieron el efecto del abuso del poder económico.
Recordemos que en medio de este proceso desde el gobierno nacional se impulsaban las remarcaciones hasta donde el consumidor aguante y se produzca el equilibrio. Jamás ocurrió y en cambio esa inflación continuó hasta estos días.
No obstante desde el INDEC publican cada mes, porcentajes muy bajos, contrarios a las realidades del bolsillo del común denominador. Agrega este proceso colmado de perversidad, la sistemática pérdida de poder adquisitivo gracias a una política restrictiva también en los aumentos salariales, según la falsa inflación.
Y en este punto vale preguntarse si con bajar la inflación fue suficiente, y de hecho, la respuesta de la realidad demuestra que no. Agregamos la baja de la producción motivada por la caída del consumo referido, y vemos que aún sin inflación, los problemas domésticos se agravan multiplicando en casos el extremo del hambre. El estrangulamiento económico y lo importado no bajan los precios.
Es especulación absurda porque si el dinero no alcanza con importar no se logra nada más que sumar deuda en dólares faltantes. Argentina no los genera sino exporta y eso fue a la baja.
Reducir números en la estadística para mostrar baja inflación no alcanza por variadas razones.
Lo mío no es ciencia es lo que ocurre cotidianamente. Si bajan precios es por la falta de ventas. Lo demuestran también las miles de PYMES que cerraron y otras que flotan sin futuro cierto. Claro que los grandes empresarios se han beneficiado con la bicicleta financiera y baja de retenciones frente a una escena de lamentable situación social.