Neuquén Patagonia - República Argentina
Fecha de inicio 28 de abril de 2006

¿MERCOSUR sí o no?

La avanzada de Donald Trump contra países diversos tiene varias metas propuestas y una de ellas, es el desafío amenazante al gobierno del Brasil, con la eventual aplicación de aranceles equivalentes al 50 % en las importaciones. Brasil es uno de los principales proveedores de ese metal a los EEUU. El presidente estadounidense está atacando de manera permanente y rotativa a diferentes presidentes y en este caso la mira está en Lula Da Silva, que ya aclaró que está dispuesto a conversar el tema, teniendo en cuenta que el plazo para esto, vencería el 11 de agosto de 2025.

Claro está que no es sólo una cuestión económica y proteccionista de la industria de los EEUU, porque el enojo de Trump y la amenaza arancelaria, deviene del proceso judicial contra Jair Bolsonaro bajo el cargo de responsable o similar, con un intento de golpe de Estado contra Lula Da Silva, nada menos.

No obstante Trump pidió que dejen tranquilo a su amigo y expresidente del Brasil. Intromisión indisimulada a la que sumara el apriete impositivo, ratificando su vocación imperialista para un dominio integral en diversas regiones del Mundo.

Trump impulsa el expansionismo bélico, económico y político, basado en el poderío armamentista con el que se regodea por el Mundo advirtiendo su disponibilidad inmediata e impensada, montado en un intervencionismo dictatorial.

En cuanto a la situación existente con Brasil, el gobierno de Lula Da Silva respondió que podría responder de igual modo aplicando también el 50 % a las exportaciones estadounidenses con destino a su país.

La advertencia despertó pronta y llamativamente la versión correctiva no oficial, del gobierno de Milei, alegando que debería repensar esa respuesta el mandatario brasileño porque iría en contra del arancel único establecido desde el MERCOSUR.

Curiosa postura porque Milei ya advirtió que si el MERCOSUR no cambia Argentina sale del grupo. ¡Importa o no importa dicho mercado? Al parecer si se trata de defender los intereses de Trump, el gobierno argentino habla desde dentro del MERCOSUR pero si hay que ir en apoyo de Trump, nuestro país se exceptúa de las obligaciones que quiere imponerle al Brasil.

Es un juego político para intentar condicionar a Lula y congraciarse con Donald.

De todos modos lo que prevalece en la región es la incógnita sobre el desenlace tras el cual cada gobierno tomaría decisiones propias. Tampoco hay que descartar por ejemplo que Argentina y Paraguay unan sus criterios en apoyo a la Casa Blanca. La variante que no descarta el presidente Santi Peña, es que Brasil le envié su acero y desde el Paraguay exportarlo a los EEUU. Ocurrencia que no disimula el negocio de la intermediación, característico de los gobiernos neoliberales.

Por ahora queda claro que todo está sujeto a la postura ideológica adversa de Trump con Lula Da Silva, en defensa de su amigo Bolsonaro, demostrando que su procedimiento está alejado de pretensiones racionales en el comercio internacional, que por otra parte, dicha conducta similar, ya provocó demasiados cimbronazos con la UE y China.

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