Periodismo de Opinión - Neuquén - Patagonia - República Argentina - Fecha de inicio 28 de abril de 2.006 |
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Tras un par de años de violencia verbal y persecución política de quien ostenta la presidencia de la Nación, las huestes libertarias hicieron propia las premisas de Milei y lanzaron el “brazo armado” en un escenario al más puro estilo de la liturgia fascista. El tema que no es liviano porque se sabe que ya hubo varios actos violentos con daños materiales y personales; trascendió en un ámbito nada favorable por el clima social existente devenido del proceso de ajuste extremo. Las vociferadas indisimuladamente violentas, de Daniel Parisini, el auto definido “Gordo Dan”, fueron incluso reprobadas por la Secretaria general de la presidencia, Karina Milei. La hermana del presidente advirtió que “No era necesario. La inflación baja, el riesgo País se desploma y los indicadores están dando bien. ¿Para qué levantar el perfil?”. A pesar de lo extremo de la escena, Karina apenas si pidió no “levantar el perfil”, en lugar de repudiar la nueva evidencia de la inspiración ideológica extremista, violenta y despojada de cualquier cuidado por las formas democráticas. Ocurre que intentan disimular la situación, y además, están probando su propia receta y el sabor es insoportable. A esto se suma el trascendido indicando que las sospechas contra Santiago Caputo, como referente del grupo que lidera “Dan”, no serían tan fundadas y por ahora, al menos públicamente, lo liberan de culpa a pesar de la relación de la banda ofensiva que promete darle duro a “los comunistas”, según dijeron. Otra expresión exagerada para inflar sus discursos xenófobos que incluyen al igual que el del presidente Milei, a dirigentes políticos, homosexuales, empresarios, docentes, periodistas e incluso economistas que de hecho, nunca estuvieron del lado de la economía con fines sociales. Como será la molestia de la familia libertaria que reside en la calle Balcarce frente a la plaza mayor, por el tremendo efecto político negativo, que llegaron a decir “Menos mal que no fue”, respecto de Javier Milei. De todos modos, al margen de la inconveniencia que advierte la experiencia en el mundo, hubiera sido interesante que Milei participara del acto fascista, y comprobar su reacción ante los hechos referidos. Después de todo, los no pocos discursos de su campaña con moto sierra en mano, y luego desde el poder de la Nación, el mandatario demostró su alto grado de descontrol y desprecio por el sistema democrático y sus instituciones. 241124 |
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