Periodismo de Opinión
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Dado el avance de algunos de algunos gobiernos de países de diferentes regiones del mundo, en cuanto a intervenir en el mercado de divisas aún, padeciendo graves desequilibrios internos que afectan hasta el comercio exterior, según lo denuncian y reclaman los sectores del poder productivo y exportadores. Países que mantienen incluso deudas importantes con centros financieros, tal el caso de argentina con el FMI. Sobre estás variantes que años atrás eran prohibidas por el Directorio del Fondo, ahora se analizan posibilidades del uso en otros países, de la divisa estadounidense en tanto no genere mayores descalabros en el mercado. Dichas posibilidades se sintetizan en lo siguiente: “A) Cuando los mercados de divisas se vuelven ilíquidos, un banco central puede utilizar la inversión cambiaria para gestionar cambios bruscos en las condiciones financieras que puedan surgir de los flujos de capital y las presiones cambiarias y que amenacen la estabilidad macroeconómica y financiera. B) En el caso de exposiciones cambiarias no cubiertas, un banco central puede utilizar FXI para contrarrestar una caída brusca de la moneda que de otro modo conduciría a una crisis, como una que involucre impagos a gran escala del sector privado sobre deuda denominada en dólares. C) Cuando es probable que una depreciación brusca no sólo provoque un aumento temporal de los precios de los bienes y servicios, sino que también eleve las expectativas de inflación, el banco central puede considerar la posibilidad de utilizar divisas junto con un aumento de las tasas de interés para contener esos impactos. El uso complementario de divisas puede reducir el impacto adverso sobre el crecimiento de una política monetaria más restrictiva”. 141024 |