Periodismo de Opinión
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La estrategia económica que en teoría conduce el ministro Luis Caputo tiene una agenda peligrosa para el país en razón de los desequilibrios que ha generado la administración particularmente neo liberal, partiendo del endeudamiento con el FMI. Ante todo hay que destacar que en la actualidad el llamado “riesgo país” que maneja JP Morgan en base a la economía que genera el gobierno de turno, superó el falso logro festejado desde la presidencia de la Nación meses atrás. En menos de 2 años habrá vencimientos de pagos acordados mayormente por la postergación de pagos en tiempo y forma, en el marco de un acuerdo negativo con dicho Fondo. En simultáneo los sectores de gran poder económico que manejan entre otras variantes el rubro exportador, insisten y presionan para que el gobierno nacional devalúe nuevamente el peso, a sólo 7 de la anterior depreciación del 119 % de nuestra moneda. Ese fue uno de los primeros golpes tremendos para la economía de los argentinos, que agravaron los mismos responsables con las posteriores restricciones y quita de asistencia económica. Y esto no fue todo, ya que Sturzenegger días atrás, advertía que las medidas restrictivas aplicadas equivalían sólo al 20 % de lo previsto en el plan que algunos economistas niegan en su existencia. El secreto a voces refiere también que la economía en Argentina se maneja en función de los compromisos económicos entre los que el FMI, sería el más importante acreedor. El que periódicamente observa el avance de la gestión económica y por ello, ha postergado el préstamo que Milei y Caputo esperan ansiosamente para tomar una medida absurda en base a dólares que no tenemos, que no generamos de manera suficiente, y que faltarán más aún si nos vuelven a endeudar en esas divisas que cada día faltan más. Panorama complejo al que se agregan los efectos de la pauperización salarial, aumento de precios desmesurado de productos de consumo masivo que no ha terminado, baja de ventas en general y consecuente reducción de ingresos en el Estado por reducción drástica del consumo. La liberación de precios fue uno de los golpes complementarios de la devaluación que para este método de mercado deshumanizado fue insuficiente. Otro aspecto con el que se han encaprichado para congraciarse con los que menos consumen, es el levnatamiento del cepo que está demostrado no era una cuestión ideológica del peronismo sino la prevención de lo que se venía por efecto de las deudas internacionales asumidas en gobiernos neo liberales. En el medio de este descalabro persisten con la quita de dinero en un mercado que no soporta la baja de liquidez y la restricción en inversiones del Estado abandónico. Todo esto es sólo parte del tremendo problema provocado, en un país del cual el presidente en parte responsable, sigue diciendo que produce alimentos para 500 millones de personas pero el hambre aumenta en Argentina. 110824 |