Periodismo de Opinión

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Neuquén 
Patagonia - República Argentina - Fecha de inicio 28 de abril de 2.006


Editorial del Día
FMI advierte

La política económica regida por el modelo que impulsa el FMI de la mano con los grandes empresarios internacionales que influyen de diversas maneras en los continentes europeo y latinoamericano particularmente, ha vuelto a encender alarmas ante los desequilibrios provocados. Presiones de capitales que amenazan con dejar algunas plazas en virtud de disminución de ganancias devenidas de los movimientos financieros más que de inversiones productivas, genera pérdida de confianza. 

Desde el Fondo encargaron a economistas como  los economistas Jason Wu, Tobías Adrian y Fabio Natalucci; se supone de su confianza y coincidencia estratégica, cuyo resultado dio cuenta de un escenario crítico de gran alcance y agravado en países endeudados precisamente con dicha institución financiera y otros prestamistas internacionales. 

Entre otros aspectos el informe resultante de las evaluaciones refiere que el fortalecimiento del dólar y el enfriamiento de tasas financieras regidas por la FEd (EEUU) dio lugar a que consideren que “Los países donde esa disminución ha sido más acusada (casos en América Letina), o los países cuyos diferenciales de tasas están en los niveles más bajos, incluidas varias economías emergentes de Asia, experimentaron las mayores depreciaciones cambiarias frente al dólar (sin perjuicio de cuestiones fiscales o políticas. La devaluación de la moneda puede ocurrir incluso en países con perspectivas económicas sólidas, porque lo que más importa es el nivel relativo de las tasas de interés. De hecho, la adopción rigurosa de metas de inflación puede reducir el efecto de traspaso de las depreciaciones de la moneda a las condiciones internas, tal como muestra una investigación reciente del FMI. En cambio, son más preocupantes los casos de abruptas ventas masivas que pueden desencadenar inestabilidad financiera. Las salidas repentinas de capitales extranjeros pueden afectar notablemente los precios de los activos y crear brechas de financiamiento. Las instituciones financieras podrían experimentar una intensificación de los descalces de monedas y quizá no ser capaces de proporcionar refinanciamiento en divisas (en particular en dólares) a un costo razonable. La confianza de los inversores en los mercados financieros de las economías emergentes podría verse minada en poco tiempo. Con un contexto incierto a nivel mundial, y con los mercados cada vez más sensibles a las publicaciones de datos económicos, los comunicados de los bancos centrales y la incertidumbre política en algunas de las principales economías, la volatilidad de los tipos de cambio podría experimentar un repunte inesperado. Según el marco integrado de políticas del FMI, si las presiones siguen en aumento, podría ser necesario hacer pleno uso de las herramientas de política económica, por ejemplo, aunque quizá no estén justificadas en la mayoría de los escenarios, las intervenciones cambiarias pueden utilizarse para evitar la volatilidad excesiva. Si la situación se deteriora hasta convertirse en una crisis inminente, podría resultar necesario recurrir a medidas de gestión de los flujos de capitales como parte de un programa más amplio de políticas para aliviar las presiones de salida de fondos”. 

Claras definiciones que refieren la intervención de los Estados a través de sus Bancos Centrales, con el fin de evitar los desmadres que se generan con acciones extremas tal el caso de la República Argentina, en la que se prioriza frenar la inflación devenida de la especulación y el libertinaje que las respalda, con medidas de estrangulamiento salarial, anarquía en el mercado comercial y la consecuente recesión que ya ha provocado cierres de empresas  nacionales, y medidas de alarma preventivas de otras internacionales con despidos, vacaciones forzadas o suspensiones de personal y manifestaciones discordantes con la baja del consumo, que históricamente ha sido el motor activador del círculo virtuoso del país. A ello se suma el reclamo creciente de grandes empresarios del agro y exportadores para que se suspendan las retenciones, y la acumulación de deudas por importaciones y otras obligaciones, con el fin de recaudar dólares para pagar apenas los intereses de deudas a los acreedores internacionales, mientras que los capitales impagos anuncian el avance de posibles mayores exigencias y hasta demandas judiciales que pondrían en riesgo riquezas del país. 280724