Así se mejoraría ese consumo interno despreciado de manera absurda, dando lugar al libertinaje comercial que impone precios dolarizados o internacionales en un país que produce mayormente Pesos que es la moneda nacional. De inmediato ante esta pretensión basada en los abundantes recursos hidrocarburíferos, nos dicen que el problema son los costos de producción en dólares no sólo por maquinarias sino por los sueldos del sector productivo. 

Falso porque esos haberes por la contraprestación del trabajo, se pagan en pesos devaluados en un marco inflacionario dolarizado. Menos costo aún. Pero además, si los precios de los combustibles serían acordes a una economía interna racional no ajustada a las exigencias del FMI y otros buitres, que reclaman que se les pague el capital de altísimo costo por los préstamos otorgados; el consumo sería mucho más alto porque los costos serían más bajos en todos los tramos. 

Que las exportaciones se facturen con precios internacionales pero que el consumo interno a partir de la propiedad de los recursos naturales no renovables, faciliten esa movilidad económica que sin duda va a multiplicar panes y ganancias, incluyendo también, uan menor ganancia de los empresarios de la explotación y producción de petróleo/gas y combustibles respectivos. Pero si nos siguen imponiendo las exigencias de las multinacionales sin oxigenar el bolsillo del consumidor, es una renta algo ficticia la referida, porque entre las deudas provocadas por abusos de grupos de poder y el negocio exportador, seguiremos sin cuotas de beneficio país real. 

Así llegamos a estar entre los países con precios más altos de los combustibles para beneficio de sectores reducidos a costa del sacrificio económico de la mayoría de los argentinos. Además, sería interesante que nos demuestren cuál fue el beneficio de incremento mensual de naftas y gasoil en este semestre. Tenemos precios internos más caros que nuestros vecinos regionales, y además les venderemos cada vez más productos del rubro demostrando la contradicción económica que no favorece a las personas sino a los empresarios. Sin embargo los economistas dicen que esos precios bajaron en Argentina pero no explican por qué el consumo ha bajado cuando debería aumentar. 

Bien puede ser el efecto de los sueldos pesificados con precios dolarizados. Un problema eterno si es que no cambian las políticas económicas recuperando el principal motor llamado consumo interno. Para eso deben sacrificar ganancias volviendo al 50 y 50 en las ganancias. 150724