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Tras el escándalo del desmanejo de alimentos acopiados por un semestre negados a los sectores hambreados por los efectos del estilo Milei/Caputo, hay temblores en torno a diferentes funcionarios entre los que por ahora se destaca la ministra Sandra Pettovello. Detrás de ella los esforzados hermanos De la Torre enojados por la expulsión de Pablo dicen, como chivo expiatorio de la funcionaria; que trabajaban denodadamente para que la crisis política no estalle con una magnitud de alcance casi incalculable. Así lo advirtió Joaquín antes de anunciar que dejarán a LLA. El presidente Javier Milei si bien prefiere atender cuestiones extra nacionales con empresarios con los que busca oportunidades, dando la espalda a la realidad de los argentinos, ha demostrado desde los EEUU y en Argentina tras su regreso, llamativa preferencia por la señora ministra que lo complicó en un quilombo absolutamente inoportuno para sus apetencias. El término refiere a desorden y no a otras cuestiones. Si el presidente grita carajo no refiriéndose a la canasta del mástil de un barco, como no podemos expresar una palabra de menor calibre para los oídos más pudorosos. La Argentina está enredada y muestra un quilombo peligroso y por ende, hay que decirlo claramente y no subterfugios como los de los economistas neoliberales que renegocian deudas impagables por ellos tomadas y las anuncias con palabras suavizantes. Mientras tanto dos jueces ordenaron allanar depósitos de alimentos en Tafi Viejo y Villa Martelli. A todo esto Milei aseguró abusando de la calificación que Pettovello era "la mejor ministra desde el regreso de la democracia". Luego, apelando al blindaje de su investidura agregó siempre diferenciándose de lo que lo ha enredado como al más pintado de la casta que él no ataca; que “La política miserable. Detectan una causa noble y detrás de ella arman una montaña de quioscos de corrupción. Cuando viene un honesto/a a terminar con la corrupción y así que la ayuda llegue sin intermediarios, los muy corruptos salen en manada a denunciar falta de sensibilidad social, cuando en rigor están defendiendo el quiosco/curro. Amorales, hipócritas, chorros y mentirosos”. Claro está que el presidente no tiene límites y a un proceso anti humanitario con diversos responsables de los que no debería excluirse; por negar alimentos a quienes en casos desesperan de hambre, intenta desdibujar la gravedad y lo que quede flotando, colgárselo a cualquiera; menos a esta preciada ministra que ha sabido ganarse toda su atención, por lo que veremos cómo procede Karina si es que el referido quilombo aumenta y amenaza con un estallido que busque algo así como el escarmiento. 020624 |
